El Ford Torino comenzó a comercializarse en 1968, integrado en la gama del Ford Fairlane, como la versión superior de éste. El Fairlane ocupaba el segmento intermedio entre el Falcon y el Galaxy. El nombre del modelo hacía referencia a la industriosa ciudad transalpina, conocida como la Detroit italiana.
El Gran Torino derivaba del Ford Torino, concretamente se denominó de esa manera al modelo 500 de 1972. En 1972, la gama Gran Torino incluía cinco carrocerías diferentes: Hardtop de dos puertas, Coupé, Sedan de cuatro puertas, Station Wagon y Squire (un derivado del Station Wagon).
En cuanto a la carrocería, ésta fue evolucionando paulatinamente a través de los años. En 1973 se introdujo una calandra más rectangular. También apareció el Gran Torino Brougham, como variante con mayor equipamiento. Al año siguiente, el modelo de serie sufrió modificaciones en las ópticas y en el parachoques trasero, con un leve aumento del tamaño de éste último. Por otra parte, el frontal adoptó una forma más puntiaguda y agresiva, así como la rejilla del radiador, que incorporó una malla más fina.
Las ventas del Gran Torino fueron creciendo hasta 1973, superando las cuatrocientas mil unidades, y a partir de ese año sufrirían un progresivo descenso.
En 1976, se construyó en la planta de Chicago una serie de mil ejemplares del modelo exacto popularizado por Starsky y Hutch. El Gran Torino se comercializó en cuatro motorizaciones diferentes. Una de seis cilindros en línea y algo menos de cinco litros y las otras tres de ocho en V (5.756, 6.556 y 7.539 cc). Rendían potencias de 142, 162, 170 y 220 CV.
No siendo un automóvil de enorme difusión, el Ford Gran Torino ha conseguido a través de los años una enorme popularidad y no sólo en los Estados Unidos; también en buena parte del planeta. Y la razón que lo explica no es otra que haber sido elegido para protagonizar largometrajes y series televisivas tan conocidas como "Gran Torino" (dirigida y protagonizada por Clint Eastwood) o "Starsky y Hutch", en la que Paul Michael Glasser y David Soul encarnaban a un par de policías que empleaban métodos algo especiales. En el primer caso el protagonista era un Gran Torino Sport de 1972 y, en el segundo, un Hardtop Coupé de dos puertas modelo de 1974. En 2004, transcurridas casi tres décadas del estreno de la serie, se retomó la idea (ahora como película) con los actores Ben Stiller y Owen Wilson. Para el film se utilizó un Gran Torino potenciado con un motor Ford 351 Windsor ci, pistones planos de alta compresión, inyección electrónica MSD y un carburador Holley 650 cfm, lo que le permitía alcanzar una potencia de 435 CV. Sin duda, con semejante poderío se buscaba ofrecer al público una elevada dosis de espectacularidad en las persecuciones y escenas de acción.
España recibió muy pocas unidades de este modelo. Un coche tan caro de mantener en nuestro país, en plena crisis energética y con sólo dos puertas... si hubiera sido una berlina de cuatro puercas se le habría encontrado una mayor funcionalidad, quizá como coche de representación. Su precio en origen ascendía a 3.485 dólares y en Estados Unidos competía con una pléyade de muscle car de diversos fabricantes, como el Dodge Charger, Chrysler Cordoba, Chevrolet Camaro, etc.